Tras repreguntarle de qué estaba hablando, le dijo: "La tortuga del hijo de Cheek", que era el embajador. Con la insólita escena en la vereda, Coppola y Maradona se fueron a dormir.
Rompieron ventanas y forzaron cerraduras, llevándose 15 tortugas adicionales. La titular de Profepa, Mariana Boy afirmó que es probable que los perpetradores sean los mismos en ambos incidentes.
El documento para acreditar la legal procedencia de las torugas contenía irregularidades, por lo que fueron aseguradas.